Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2022

饾檧饾櫋 饾櫏饾櫋饾櫀饾櫍饾櫄饾櫓饾櫀 饾櫃饾櫄 饾櫋饾櫎饾櫒 饾櫋饾櫎饾櫁饾櫎饾櫒

  Habita en el planeta de los lobos una 煤nica oveja, suave al tacto y jugosa en el interior, a juzgar por la mirada devoradora de los lobos que pasean a su alrededor. Es un animal est煤pido y lindo, a juzgar otra vez por los lobos, que saben del peligro que corre cada vez que sale a pastar a campo abierto.    No hay ley en este planeta. No hay un orden que proh铆ba comer ovejas, como tampoco existe castigo para quien lo haga. La oveja ha tomado prestados algunos h谩bitos de los lobos y pretende ser m谩s tonta de lo que en realidad es. Sabe qui茅n es y su valor, por eso se alimenta bien cada d铆a, llenando su est贸mago con m谩s hierba de la que puede digerir. Sabe que mientras su lomo luzca redondo y su lana bien peinada, los lobos no se atrever谩n. Seguir谩n so帽ando con el sabor jugoso de esas patas traseras que van y vienen de lado a lado del campo, sentir谩n en los dientes la carne suave siendo trozada, el olor de la sangre fresca.   Sabe lo especial que es. Sabe que represen...

饾檧́饾櫋 饾櫘 饾櫘饾櫎

  — Necesito irme a dormir y despertar en otro cuerpo.   —¿ Qu茅 ha s  dicho ?   —Eso que o铆ste. No finjas no haber comprendido. Siento que solo  as铆 podr铆a haber soluci贸n para m铆, para esto, para todo.   —¿ Qu茅  har谩s  cambiando la envoltura  cuando  es el interior lo que est谩 da帽ado?  ¿Tienes idea de hacia d贸nde  se huye de uno mismo?   —¿Qui茅n  dijo que  huyo  de mi mismo ? Me gusta estar conmigo.  Trat o  de escapar de la vida que no elijo, de los conflictos ajenos, de todo lo que en este instante no deber铆a estar pasando fuera de mi.   —¿Qu茅 cosas tan t erribles  est谩n sucediendo, que seg煤n t煤,  no son parte de tus elecciones ?  En mi opini贸n , somos nosotros  los 煤nicos responsables de   nuestro destino . A  menos que  pretendas usar  la negaci贸n como recurso para no admitir que esperaste demasiado de ti mismo y que fallaste.   — No tengo ese p...

饾檵饾櫈饾櫑饾櫀饾櫍̃饾櫀饾櫒

  Vengo de aguas profundas donde habitan pira帽as.  Seres  que seg煤n las leyes de Dios merecen la vida, sin embargo, su objetivo 煤nico es de vorar : todo  lo que est谩 vivo y respira, todo lo que represent a  un  bocado f谩cil.  Es su  herencia ,  dada   a todos los de su  clase.    Una pira帽a siempre intentar谩 morder la mano que la alimenta porque no sabe diferenciar entre lo sagrado y lo vulgar. Una pira帽a intentar谩 devorar tus partes aunque hayas visitado el estanque toda la vida, y aunque seas de entre todos, el que m谩s pescado arrojaba.    Elige n   a los indefensos  cuando nadan solas.  Arrancan bocado y huyen, as铆 no pueden devolverles el ataque. Son de naturaleza esquiva, conocen los puntos ciegos que no permiten anticipar . En un inicio  la presa queda   imposibilitada  para desplazarse. Ha  perdido partes vitales. Acaban  el trabajo  bocado a bocado hasta dejar ...

饾樋饾櫄饾櫒饾櫏饾櫄饾櫃饾櫈饾櫃饾櫀

  Voy abri茅ndome paso entre la multitud hasta encontrar el lugar exacto desde el que puedo verte. No estaremos m谩s cerca como hasta hace instantes, la despedida ha terminado. Te vi atravesar un puente y llegar a ese otro lado, a donde por alg煤n motivo no se me permite ir.    Nos despedimos con un beso intentando calmar el vac铆o profundo que nos dej贸 hechos trizas en medio del abrazo.    He despertado con una venda cubriendo mis ojos de ese sue帽o hermoso donde estuviste t煤. Los perros que ladran anuncian que no estoy solo, que un mundo de 谩nimas y sombras existe alrededor. Vuelvo a la misma casa solitaria que siempre est谩 llena de gente.    Estos versos que me rondan esperar谩n hasta el amanecer, cuando la luz que ahuyenta los fantasmas me permita escribir. 

饾檷饾櫄饾櫌饾櫎饾櫑饾櫃饾櫈饾櫌饾櫈饾櫄饾櫍饾櫓饾櫎

  Vuelvo a la tierra que me vio nacer, preso en una diminuta urna de barro cargada con solemnidad por mi primog茅nito. Manuel tambi茅n debi贸 cargar una parte de mi.  Debimos hablar de nuestras diferencias y perdonarlo todo.  De poco vale el orgullo cuando descubres que lo 煤nico que importa son las cuentas que tenemos con Dios.  Debimos hacer las cosas de manera distinta. Debimos… sigo hablando de nosotros, como si de esa forma lograra diluir mis culpas. 

饾檻饾櫎饾櫂饾櫄饾櫒

  Ten铆a ocho y las frases le quedaban grandes a mi inocencia.  O铆a  de pasa da  la  nostalgia  de Mar铆a Teresa Vera y los versos de Guill茅n , el  llanto de Varela que no sale de mi cabeza despu茅s de m谩s de 20 a帽os.  ¡Cu谩nto  de raz贸n ten铆as !  Ojal谩 la vida  te  premie tanta sabidur铆a adquirida, me inclino a creer,  que a  fuerza de golpes.    “Apenas abro los ojos ,  todo el silencio se va“, dec铆a uno de  sus  lamentos que ronda mi memoria   como abeja a la  flor,  agresiva en su aleteo, decid ida  a tomar lo que cree que le pertenece.    Las voces en mi cabeza, las malditas voces de los muertos. Benito, que muri贸 ahorcado despu茅s de despachar a su esposa y  a  sus cuatro hijos. No es el ruido de la calle lo que me hace maldecir los amaneceres, sino ellos. El  “qu茅  digo ”  y el  “qu茅  me responder谩n de vuelta ” , en un intermin...

饾檧饾櫍饾櫉饾櫀饾櫌饾櫁饾櫑饾櫄

  Me resisto  al   enjambre  y r echazo cada  s铆ntoma  que me acerca a  茅l. Ser铆a natural  si se tratara de abejas de forma literal , m谩s tal referencia constituye una extra帽a met谩fora  elaborada  a partir del malestar que ocasionan ciert as influencias sobre  m铆.    Comienzan diminut as  y fr谩giles como un capullo, inofensiv as pienso , sin embargo ,  se transforman en algo imparable en cuesti贸n de segundos. No controlo hacia d贸nde va n  hasta que es demasiado tarde y lo que  parec铆a  un aleteo de mariposas se  convierte en   el  poderoso batir de alas de un  enfurecido  enjambre.   Es ah铆 cuando me detengo en firme y el mundo sigue girando alrededor. Me inclino y entrego todo lo  in material que me arrastra a este estado de conmoci贸n que me aleja de la realidad.    No hay  cat谩strofes  anunciadas. No hay un  escape de gas a distancia que...

饾檱饾櫔饾櫂饾櫈饾櫄́饾櫑饾櫍饾櫀饾櫆饾櫀

  ¿Soy acaso merecedor de tanta lucidez? Evito mirarlos a los ojos porque entro en p谩nico cuando mi alma hace contacto con las suyas.   ¿De qu茅 estoy rodeado? ¿Acaso eleg铆 err贸neamente el destino, por eso el trayecto es tan tortuoso?   Monstruos que se esconden en los armarios, con miles de tent谩culos listos para agarrar todo cuanto soy capaz de darles, a veces no esperan y tratar de arrebatar lo que he protegido en mi interior con tanto cuidado.    A veces, esa llama que ilumina detr谩s de mis ojos y que me permite ver m谩s all谩 de lo que otros pueden hacerlo, es percibida y envidiada por los hambrientos. Sus carencias los consumen de adentro hacia afuera y llegan sedientos de todo: de intercambios (a la larga desfavorables), de atenci贸n, de aprecio forzado, de todo aquello con lo que no estoy dispuesto a comerciar, intentando intercambiar falsa empat铆a por todo lo que les falta.  Viven incompletos y el silencio solo les recuerda lo vac铆os que est谩n. Necesit...

饾檴饾櫂饾櫀饾櫒饾櫎

“La soledad nos consume en este planeta de sombras, donde los 谩rboles no son m谩s verdes ni los oc茅anos turquesa, donde las aves, incapaces de alzar vuelo arrastran su plumaje sobre la 谩rida tierra, donde la capa de polvo suspendida en la atm贸sfera nos muestra un sol pardo y opaco, triste.    El ocaso de una civilizaci贸n que se lleva consigo toda esperanza de resurrecci贸n, sin nacimientos ni muerte. S贸lo nosotros: los 煤ltimos destinados a vagar en tinieblas, mientras devoramos los restos de los ca铆dos. Nos alimentamos los unos de los otros. Arrancamos tiras a la piel de todo el que muestra flaquezas y nos volvemos menos humanos cada d铆a.    Damos reverso a la evoluci贸n que nos convirti贸 en la especie privilegiada que fuimos. La hora del desenlace ha llegado. El esperado fin se muestra ante nosotros, no como una tormenta de azufre enviada por los cielos, ni una lluvia perenne capaz de barrer los pecados, sino como una civilizaci贸n m谩s en deterioro, tan absoluto y pausa...

饾檹饾櫑饾櫀饾櫍饾櫒饾櫈饾櫂饾櫈饾櫎́饾櫍

  Siento un cosquilleo en mis extremidades que me hace notar apenas que  estuvieron  ah铆 ,  formando parte de un cuerpo material  del que ahora soy  carente.  Me creo  capaz de moverme, aunque  sigo  renuente y temeroso de hacerlo  porque temor a delatar el escondite que me protege.    He estado huyendo por tanto tiempo que no logro reajustar mis pensamientos  al hecho de que ahora  soy libre.  Anoche los vi marcharse y luego todo se volvi贸 negro como en un sue帽o.    Me siento ligero en el interior, de aquella carga de emociones negativas de las que s贸lo puedo recordar sus nombres,  mas no  su sabor. La tristeza, recuerdo que ten铆a un sabor amargo.  La degust茅  tanto en  vida que  mi garganta  recuerda sus matices.  Tiene mezcla  de gardenia,  que la  vuelve   adictiva y enga帽osa . He tragado tristeza y no sabe bien , a  pesar de...

饾檧饾櫋饾櫄饾櫂饾櫂饾櫈饾櫎饾櫍饾櫄饾櫒

La rueda ha echado andar. El mecanismo universal que nos mueve y que mueve todo cuanto nos rodea. De la nada, un d铆a soleado  se llena de nubes, caen torrentes que arruinan nuestros y otros planes. Un d铆a de la nada nos convertimos en extra帽os para nuestros conocidos  o aparecemos ante nuestra  familia como un ser  incorporeo que s贸lo puede observar. Divago sobre distintas y exquisitas formas de iniciar esta nueva vida :  beber un t茅 frente al mar, subir  una colina,  entre  m谩s empinada mejor, entre menos transitada ,  la gloria. S贸lo al emprender este solitario viaje seremos capaces de encontrar tesoros olvidados  durante milenios, por aquellos que hicieron   la   misma  elecci贸n antes. En su infinita generosidad han dejado migas de pan para los que vienen detr谩s.    Tal senda solitaria es 煤nicamente elegida por los audaces de esp铆ritu. El  vulgo se dirige a  parajes repletos de caminantes  busca...

饾樇饾櫋 饾檵饾櫀饾櫃饾櫑饾櫄 饾櫃饾櫄饾櫋 饾櫄饾櫒饾櫏饾櫈饾櫑饾櫈饾櫓饾櫈饾櫒饾櫌饾櫎 饾樇饾櫋饾櫋饾櫀饾櫍 饾檰饾櫀饾櫑饾櫃饾櫄饾櫂

Los vientos del Sur traen noticias de los muertos. Cuando un cuerpo inanimado se mueve  sin fuerza aparente actuando sobre 茅l, estamos en presencia de un suceso  sobrenatural que la ciencia no es capaz de explicar y por tanto ,  s贸lo los despiertos , justifican .  Se puede  aguzar  el o铆do en esas tardes de oto帽o despu茅s de un aguacero y escuchar c贸mo susurran conjuros a los vivos. Intentan conseguir su atenci贸n, una sonrisa o un gesto que les pruebe que a煤n existen a pesar del cambio.   Los muertos tienen m谩s historias para contar que los vivos. Un d铆a fueron como nosotros hoy, seres con un cuerpo material que re铆an y lloraban,  llenos de prop贸sitos y sue帽os.   El  erizamiento  que se experimenta al atravesar una habitaci贸n  a oscuras  o la sensaci贸n de ser observado al cerrar los ojos no es casual. Son ellos   intentando manifestarse.    Tendemos por naturaleza a  rechazar todo lo que no puede ser ex...