𝙋𝙞𝙧𝙖𝙣̃𝙖𝙨

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Vengo de aguas profundas donde habitan pirañas. Seres que según las leyes de Dios merecen la vida, sin embargo, su objetivo único es devorar: todo lo que está vivo y respira, todo lo que representa un bocado fácil. Es su herencia, dada a todos los de su clase. 

 

Una piraña siempre intentará morder la mano que la alimenta porque no sabe diferenciar entre lo sagrado y lo vulgar. Una piraña intentará devorar tus partes aunque hayas visitado el estanque toda la vida, y aunque seas de entre todos, el que más pescado arrojaba. 

 

Eligen a los indefensos cuando nadan solas. Arrancan bocado y huyen, así no pueden devolverles el ataque. Son de naturaleza esquiva, conocen los puntos ciegos que no permiten anticipar. En un inicio la presa queda imposibilitada para desplazarse. Ha perdido partes vitales. Acaban el trabajo bocado a bocado hasta dejar nada, obedeciendo a la instintiva necesidad de alimentarse de otros. 

 

El truco es nadar más rápido que ellas, moverse aquí y allá, esquivar, aprender del entorno y reconocer los lugares que ofrecen protección. 

 

Soy un pez de pequeño tamaño que arrojaron al fondo de aguas turbias. Soy de una especie común. No nací piraña, mi único destino es nadar. 

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