饾檻饾櫈饾櫀饾櫉饾櫄饾櫒 饾櫈饾櫍饾櫓饾櫄饾櫑饾櫄饾櫒饾櫓饾櫄饾櫋饾櫀饾櫑饾櫄饾櫒
Los viajes interestelares duran lo que un parpadeo en la tierra. Cuentas diez segundos del tiempo com煤n y has recorrido cien millones de kil贸metros sin reparar en el trayecto. Has ido tan veloz que no has notado los cambios a tu alrededor, que sobrepasaste los l铆mites de tu galaxia y que ahora est谩s a la deriva en un conf铆n del espacio que ninguno de los tuyos, rezagados seg煤n t煤, conoce y por tanto imagina, porque la imaginaci贸n tiene l铆mites, a menos que tu cerebro sea tan brillante como el de un genio.
Has llegado a donde quer铆as, antes incluso de lo que tus infinitos c谩lculos matem谩ticos predec铆an en todas aquellas anotaciones.
Sin embargo, con la prisa te has perdido la emoci贸n del viaje.
Un evento que ocurre cada ciento ocheta y seis a帽os y que solo gozando del privilegio de nacer en la generaci贸n correcta podr铆as presenciar, eso tambi茅n te lo has perdido. La emoci贸n que producen las estrellas fugaces vistas desde el espacio, el nerviosismo al atravesar los campos de meteoritos. Tu experiencia como piloto de la nave puesta a prueba, ¿temblar铆a o no tu mano, al tirar de la palanca de aceleraci贸n? Jam谩s lo sabr谩s. No habr谩s experimentado lo que el viaje ten铆a preparado para cada explorador, porque has estado tan inmerso en la meta que te has perdido de todo lo que significa llegar.
Comentarios
Publicar un comentario